Mas ¡ay Señora!, que yo me veo oprimido por mis vicios, y cargado con mis culpas y pecados, y no puedo levantarme sin los poderosos auxilios de la divina Humor, y sin el atención de vuestro maternal socorro. 7. «He conseguido de mi Divino Hijo que todos aquellos que propaguen https://thomasn245rjx2.blogcudinti.com/profile